Existen diferentes tipos de bultos en el paladar. Algunos ocasionan dolor o molestias. Sin embargo, hay otros que se desarrollan de manera totalmente asintomática. Sea cual sea la situación, todos los bultos en el paladar deben ser revisados en la consulta del dentista.
Además, en el paladar están presentes numerosas glándulas salivales, nervios y vasos sanguíneos. Dada la variedad de elementos que concurren en él, es de especial importancia que acudas al dentista si notas un bulto.
¿Qué puede ser el bulto en el paladar?
Para saber cuáles son las causas de un bulto en el cielo de la boca, el dentista realizará una exploración clínica y una radiografía, así como cualquier otra prueba adicional que sea necesaria para llegar a un diagnóstico.
Es importante examinar el color, la forma, localización y dureza del bulto en el paladar. De esta forma, se observará la naturaleza del bulto: forma, color, contorno, consistencia, movilidad, localización…
Tipos de bultos en el paladar y su tratamiento
- Torus palatino: es una protuberancia dura. Suele tener una causa genética, es asintomático y no duele. Por ello, muchos pacientes ni siquiera se dan cuenta de que lo tienen. Si es asintomático no se suele extirpar. Si tiene alguna molestia si que se podría realizar extirpación.
- Absceso o quiste odontogénico: pequeño bulto o inflamación que se localiza cerca de algún diente. Aparece por una infección que afecta a una pieza dental. Si que se necesita tratamiento mediante antibiótico o una endodoncia.
- Granuloma piogénico: suele aparecer en embarazadas, y tiende a localizarse en el medio del paladar. Se trata de un abultamiento rosado, blando y de consistencia fina. Debe eliminarse mediante una leve cirugía de extirpación.
- Quiste mucoso: se genera por la acumulación de moco o por una alteración de las glándulas salivales del paladar. Es un bulto blando, inflamado y con crecimiento muy lento. A veces llega a desaparecer por sí solo. No causa dolor pero, si resulta incómodo o no desaparece, se debe extirpar mediante una pequeña cirugía.
- Adenoma pleomorfo de glándulas salivales: es un tumor benigno de las glándulas salivales y se manifiesta mediante un bulto o masa localizada, normalmente a los lados de la línea media del paladar. Tiene un crecimiento muy lento y no resulta doloroso.
- Tumor maligno de las glándulas salivales: este se presenta como un abultamiento similar al anterior. Sin embargo, tiene un renacimiento mucho más rápido y doloroso. Puede aparecer en cualquier persona, aunque son más susceptibles aquellas que tienen factores de riesgo (fumadores y consumidores habituales de alcohol). Este es el más complejo de tratar y es crucial tratarlo cuanto antes. Su tratamiento consiste en realizar una biopsia escisional, eliminar la lesión y analizar la muestra para saber si es necesario llevar a cabo algún tratamiento adicional.
Conclusiones
Tal y como has leído, existen numerosos tipos de bultos en el paladar. Cada uno de ellos puede deberse a una causa y tener una apariencia diferente.
Nuestro consejo es que no te fíes de su aspecto. Aunque sea muy pequeño o no te moleste, te recomendamos que acudas al odontólogo para que lo revise.
Si desarrollas el hábito de acudir a la clínica dental cada vez que percibas un hallazgo extraño en tu boca, conseguirás detectar y tratar cualquier problema de salud en una fase temprana.
Nuestro consejo es que no te fíes de su aspecto. Aunque sea muy pequeño o no te moleste, te recomendamos que acudas al odontólogo para que lo revise, valore su evolución y lo biopsie o bien derive a otro profesional si así lo considera.
Si desarrollas el hábito de auto explorarte periódicamente y acudir a la clínica dental cada vez que percibas un hallazgo extraño en tu boca, conseguirás detectar y tratar cualquier problema de salud en una fase temprana.
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