A lo largo de la historia nos podemos encontrar con muchas leyendas sobre dientes y colmillos famosos. Desde la leyenda sobre los colmillos de Drácula, del cual se dice que en realidad no eran tan grandes o el mito de unicornio en donde se cuenta que podía proceder del Narval (Un cetáceo marino).

No hay duda de que nuestra imaginación ha dado mucho de sí. Sin embargo existe un diente también famoso que entra en nuestro ranking de leyendas dentales y no es otro que el diente de Buda. Un diente que aún genera debate a día de hoy y sobre el que hay muchas leyendas.

Una leyenda que se originó hace 2500 años.

Si alguna vez has viajado Sri Lanka, existe una ciudad que atrae a miles de turistas al año. La ciudad de Kandy alberga el Sri Dalada Maligawa. Conocido popularmente como el Templo del diente de Buda el Sri Dalada es un complejo arquitectónico de templos con un santuario en su interior que guarda una de las reliquias más importantes del budismo; El canino izquierdo de Buda, de cerca de 2,5cm.

Cientos de turistas curiosos y fieles aguardan una larga cola para poder ver dicha reliquia que se legó hace casi 2500 años, en el año 483a.c tras la muerte de Buda.

La leyenda cuenta que tras la muerte de Guatama Buda sus discípulos procedieron a incinerar su cuerpo para posteriormente distribuirlas en 4 partes diferentes del mundo.

Se cuenta que uno de sus discípulos encontró entre las cenizas una pieza que no se quemo. El diente canino izquierdo de Buda. El discípulo lo vio como un objeto de gran valor y procedió a entregárselo al rey de Kalinga, una región situada al este de la India para ser venerado

Fue en este punto en el que se empezaron a forjar diferentes histórias.

Según se cuenta, aquel que poseyera el canino tendría el poder de controlar su territorio por lo que muchos fueron las contiendas por intentar conquistar Kalinga.

Se dice que el cerca del siglo IV d.c el rey Ghuasiva de Kalinga decidió esconder para siempre el diente enviándolo a un lugar oculto, concretamente en Sri Lanka.

La historia cuenta que el rey se lo entregó a la Princesa Hamamali, quien acompañada del principe Danta oculto la reliquia entre sus cabellos como un ornamento para pasar desapercibida. Juntos abandonaron la India a través del Ganges y llegaron hasta el norte de Sri Lanka para ocultar el diente.

Un conflicto que duró siglos

El conflicto por poseer el diente duro siglos con diferentes reinos intentando hacerse con el diente. El diente circulo así por diferentes ciudades para protegerlo de diversas invasiones.

Finalmente con la llegada de los portugueses en 1505 estos decidieron ocultarlo de manera definitiva en la misma ciudad de Kandy entre plantaciones de té.

Fue más adelante cuando debido a las buenas relaciones entre los locales y los colonos holandeses se decidió construir un templo para custodiar el diente, conocido como el Dalada Maligawa.

Así, hoy en día, sin saber si realmente el diente está ahí o no el templo es uno de los puntos turísticos mas visitados de Sri Lanka. Se guarda en una cámara rodeada de estatuas y piedras preciosas, dentro de una vitrina en donde no se puede apreciar si esta ahí.

Tres veces al día se saca una ceremonia con redobles de tambores y colmillos de elefante.

Desde luego, una leyenda digna de película.

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