No hay duda de que el tabaco tiene serias consecuencias sobre nuestra salud.

Según el portal de estadísticas epdata el 22% de la población en España afirma fumar a diario y es que el consumo de tabaco es la principal causa de enfermedad, discapacidad y muerte en el mundo con cerca de 5 millones de muertes cada año.

El tabaquismo se asocia con alteraciones en todos los órganos y sistemas del cuerpo, incluida nuestra boca y dientes.

Hoy hablaremos de los problemas que puede causar.

El tabaco, enemigo de nuestro cuerpo

No solo lo has oído, sino que ahora lo puedes leer y ver en cualquier cajetilla de tabaco. Fumar perjudica seriamente a la salud.

Dentro de las diferentes sustancias químicas que podemos encontrar en las partículas de humo del tabaco se sabe que hay muchas que son cancerígenas, pero existen 3 en particular que pueden ser tremendamente dañinas para nuestro organismo.

Estas son, la nicotina, el alquitrán y el monóxido de carbono.

Se sabe que la nicotina no solo es la que nos genera adicción estimulando la dopamina en nuestro cuerpo, sino que además acelera nuestro ritmo cardiaco variando nuestra presión arterial pudiendo causar hipertensión arterial.

El alquitrán que encontramos en el humo del tabaco se acumula en nuestros pulmones y es transportado por nuestro organismo a través de la sangre con sustancias como el arsénico y cianuro.

Por último, el monóxido de carbono se adhiere en nuestra sangre disminuyendo la presencia de oxígeno en nuestra causa pudiendo causas trombosis.

También debemos tener en cuenta la exposición constante de la cavidad oral a la elevada temperatura del humo mientras se fuma el cigarro.

Es evidente pues que la combinación de estas tres sustancias en nuestro cuerpo puede ser letal.

¿Cómo afecta el tabaco a nuestra boca?

Las tres sustancias mencionadas son un caldo de cultivo para numerosas enfermedades y problemas en nuestro organismo.

Desde el cáncer, enfermedades respiratorias diversas, problemas del corazón, fertilidad y por supuesto nuestra boca.

En este sentido sabemos que el tabaco afecta a nuestra boca manera de diversas maneras.

Puede afectar a nuestra boca desde el punto de vista estético. La nicotina y el alquitrán son sustancias que manchan nuestros dientes volviéndolos amarillentos o marrones.

Pueden dar lugar a caries ya que disminuye el flujo de saliva, un gran aliado de nuestra boca.

El tabaco puede dar lugar a la halitosis, esto también debido a la disminución de nuestra saliva sobre nuestra flora microbiana bucal.

Podemos vernos afectados por las enfermedades periodontales que deriven en la perdida de nuestros dientes, como la gingivitis o periodontitis ya que al recibir menos oxigeno y sangre en nuestras encías, estas se pueden retraer pudiendo acumular y mayor número de placa bacteriana. En este punto tiene especial relevancia la elevada temperatura del humo del tabaco al que exponemos a la cavidad oral.

Cáncer oral. Al igual que otros cánceres, el tabaco puede causarnos todo tipo de problemas de cáncer oral en nuestra lengua, boca o glándulas salivales

Leucoplasias y otro gran número de lesiones de a mucosa oral que producen manchas, placas o heridas blancas o rojas en múltiples zonas de la mucosa oral, que no se desprende y que pueden ser premalignas.

Además cualquier lesión que tengamos en boca, ya sea un postoperatorio de una extracción o un afta ven retrasada y perjudicada directamente su cicatrización por el consumo del tabaco y en el caso de las extracciones puede asociarse con importantes y dolorosas complicaciones como la alveolitis.

Si tienes cualquier duda sobre los efectos del tabaco en tu boca y si necesitas orientación sobre cómo dejar este nocivo hábito, no dudes en contactar con nuestro equipo y estaremos encantados de atenderte sin compromiso.

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