Las radiografías son un avance muy importante no solo en medicina, también en odontología. Tener un diagnóstico correcto, saber si existe dolor, establecer un tratamiento adecuado … complementado con una radiografía dental es necesario para hallar el problema. 

Las radiografías dentales emplean radiaciones ionizantes para diagnosticar los tejidos más duros como son los dientes y el hueso maxilar. En odontología se emplean tanto radiografías intraorales como extraorales y, dentro de cada una, existen varios tipos.

Radiografías intraorales

  • Radiografía oclusal

Se trata de pequeñas radiografías, hoy en día, poco comunes pues actualmente se emplean aparatos en escáner, 3D … ya que son mucho más precisos. 

El paciente muerde una placa entre la arcada superior y la arcada inferior. El tubo de rayos X se posiciona de manera perpendicular a la plaza para observar mucho mejor los dientes que están incluidos y situados en el mismo lugar.

  • Aleta mordida o radiografía interproximal

Se basa en una pequeña radiografía cuyo objetivo principal es observar las coronas de los dientes. Para llevarlo a cabo, el dentista pone un posicionador sobre los dientes del paciente y este debe morderlo mientras se realiza la radiografía. Una vez hecha, se podrán ver alrededor de cuatro o cinco coronas de dientes, tanto de la parte superior como de la inferior. Uno de sus principales finalidades es detectar las caries.

  • Radiografía periapical

Este tipo de radiografía intraoral se caracteriza por mostrar el diente desde la raíz hasta la corona, dando una visión completa del diente, además del tejido que le rodea. Se trata de una de las radiografías que más ayuda a los dentistas, pues no solo les dice si el diente tiene algún problema o está sano, también les muestra cómo está su tejido de soporte. Otras patologías como las infecciones también requieren de este tipo de radiografías.

Como comentamos anteriormente, este tipo de radiografías emiten radiaciones ionizantes, lo que significa que su empleo excesivo sobre un paciente puede provocar alteraciones en las células de su cuerpo. Por tanto, se recomienda hacerlas sólo cuando sean necesarias para establecer un diagnóstico.

Otras recomendaciones que se dan es proteger tejidos radiosensibles como puede ser la tiroides. Además, en las clínicas dentales es apropiado que todo este tipo de aparatos utilicen la radiología digital, ya que reduce, en cierta medida, la exposición de radiación, aunque es cierto que las radiografías intraorales, especialmente, apenas tiene radiación.

Cabina del panorámico por fuera y maquina VistaScan, el «lector» de las radiografías digitales

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