¿Tus dientes no encajan adecuadamente al morder y quedan espacios entre ellos? ¿Tienes dificultades al masticar? O, por otro lado, ¿tienes problemas para respirar o al hablar? No te preocupes, puede que sufras una mordida abierta y no lo sepas. Es un problema muy frecuente que tiene solución.
La mordida abierta es uno de los tipos más comunes de maloclusión dental. Según algunos estudios, en los países avanzados este problema se está incrementando. Alrededor de un 70% de los niños presentan alguna desviación en los dientes, y el 30% necesita un tratamiento odontológico para corregirla.
Si no se trata a tiempo, puede persistir en la etapa adulta y resulta más difícil de subsanar. No solo es un problema que repercute en la estética dental, sino que se trata de un problema de salud bucodental que puede perjudicar a nuestra calidad de vida.
A continuación, te contamos todo sobre la mordida abierta: qué es y cómo corregirla.
Qué es la mordida abierta
La mordida abierta se produce cuando hay un incorrecto alineamiento de los dientes cuando la mandíbula superior e inferior están cerradas. Es decir, los dientes no encajan adecuadamente, de forma que algunas de las piezas dentales no entran en contacto.
Como ya hemos dicho, es un tipo de maloclusión dental muy habitual que afecta a la persona a la hora de morder, masticar o incluso, al hablar.
Existen diferentes tipos:
- Mordida abierta anterior: se produce cuando los dientes frontales superiores no encajan bien con los inferiores al morder.
- Mordida abierta posterior: es menos frecuente, pero ocurre cuando los dientes traseros no entran en contacto cuando intentamos cerrar la boca.
- Mordida abierta lateral: en este caso, la falta de encaje entre dientes se da en la parte izquierda o derecha de la boca.
¿Por qué se produce?
No es fácil determinar la causa o causas, aunque es cierto que juegan un papel muy importante los hábitos que adquirimos durante la infancia.
De este modo, las causas más comunes son:
- Succión del dedo pulgar en la niñez.
- Uso prolongado del chupete.
- Empujar los dientes con la lengua.
- Erupción ausente o incompleta de los dientes posteriores.
¿Qué problemas causa?
Además de aportar un aspecto poco estético al sonreír, puede acarrear complicaciones en nuestra salud. En este sentido, las personas con mordida abierta pueden presentar:
- Dificultad al masticar.
- Alteraciones en el hablar: por ejemplo, el ceceo, es decir, pronunciar la s como una c.
- Dificultad al respirar: las personas que padecen esta dolencia suelen respirar por la boca porque no desarrollan correctamente los maxilares, lo que supone que no puedan obtener todo el oxígeno necesario por la nariz.
- ATM o Trastorno de la Articulación Temporomandibular: que provoca dolor en cabeza, cuello o cara, bloqueo de la mandíbula, etc.
Cómo corregirla
Es más sencillo solucionar o corregir esta maloclusión en la infancia. Para ello, hay varias opciones:
- Ortodoncia interceptiva: se realiza en niños y se utiliza un expansor, que se fija sobre el paladar y se regula su amplitud de forma progresiva durante uno o dos meses. Después, se mantiene fijo durante tres meses para consolidar la posición de los huesos al acabar el tratamiento.
- Ortodoncia: es útil cualquier tipo de ortodoncia, ya sean brackets u ortodoncia invisible. Esta solución es la mejor para adolescentes que están en fase de crecimiento.
- Cirugía ortognática: este tratamiento se recomienda para adultos con mordida abierta severa. Es más complejo y puede prolongarse durante varios años.
Si quieres más información o sufres de mordida abierta y quieres pedir cita con tu dentista de confianza, ¡contáctanos!
